Fuga de agua lleva más de 40 días sin atención en Ibagué: comunidad denuncia negligencia del IBAL

Una fuga de agua ubicada frente a la casa 13 de la manzana 7 en la urbanización Comfatolima, en Ibagué, completa más de 40 días sin ser atendida por la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL), pese a los reiterados reportes de los vecinos del sector.

De acuerdo con los residentes, el daño ha sido informado en múltiples ocasiones a los operarios que recorren la zona para tomar la lectura de los medidores. “Nos han dicho varias veces que en dos días lo arreglan, pero llevamos más de un mes esperando”, señaló una habitante del sector. La comunidad, frustrada por la falta de respuesta institucional, ha recurrido a grabar videos y compartirlos en redes sociales para visibilizar el problema.

Riesgos sanitarios y daños estructurales

El constante flujo de agua ha generado incomodidad, riesgo sanitario y afectaciones al terreno. “Esto es un foco de contaminación, un criadero de zancudos. Hay niños en esta cuadra, esto puede causar problemas de salud y daños a las viviendas porque el terreno se está cediendo”, denunció otro residente.

Los vecinos también expresan su preocupación por el desperdicio de agua potable, en medio de una coyuntura climática marcada por escasez, altas temperaturas y racionamientos en otros sectores de la ciudad. “Con el calentamiento global, este líquido vale oro, y aquí se está perdiendo sin que el IBAL actúe”, agregó un líder comunitario.

Contrastes en el servicio: escasez en unos barrios y desperdicio en otros

La situación se vuelve aún más preocupante al considerar que varios sectores de Ibagué enfrentan cortes intermitentes o ausencia total del servicio de agua potable. En algunas zonas, los habitantes deben racionar el consumo y esperar largas jornadas para acceder al líquido vital. Mientras tanto, en lugares como Comfatolima, el agua se pierde a diario sin control.

Este contraste pone en evidencia una deficiente capacidad de respuesta del IBAL ante emergencias operativas y resalta fallas en la gestión del recurso hídrico en una ciudad que enfrenta desafíos crecientes en materia de sostenibilidad ambiental y prestación de servicios públicos.

Comunidad exige intervención inmediata

Hasta el cierre de esta publicación, el IBAL no ha emitido ningún pronunciamiento oficial sobre esta denuncia. La comunidad insiste en una intervención urgente, antes de que los daños a la infraestructura se agraven o surjan consecuencias sanitarias de mayor escala.

“Nos sentimos ignorados. Llevamos semanas pidiendo ayuda, y nadie responde. Solo queremos que nos escuchen y solucionen este problema que ya afecta nuestra salud y nuestro entorno”, concluyó uno de los voceros del barrio.